Creo que la mayoría de los que asiduamente han acudido a las salas durante el pasado año están de acuerdo en que el 2008 no será recordado ni mucho menos como uno de los mejores años para la industria cinematográfica. La caída de cifras en taquilla, acompañada de las pocas películas que probablemente envejezcan en condiciones en el futuro diezma en gran medida las ilusiones de los que todavía resisten a la lujuria de las películas bajadas de internet. Estas malas cifras se unen a las cada vez más despobladas salas, al cierre de muchas de ellas y a una crisis que hace que el espectador se mire bien el bolsillo antes de acudir al cine. Aún así el 2008 no será recordado ni mucho menos, como uno de los mejores años de cosecha cinematográfica.
Podríamos comenzar con el CINE ESPAÑOL que a modo de avestruz sigue escondiendo la cabeza en un agujero para regocijarse en su pequeño espacio de lo bien que se están haciendo las cosas. Nada más lejos de la realidad, películas como Camino, Los crímenes de Oxford o la insoportable Los girasoles ciegos, sólo demuestran el sentido de la perpetuidad sobre lo inocuo y el amor hacia lo aburrido y previsible, en tres films, que lejos de las mejores obras de sus directores Javier Fesser, Alex de la Iglesia y un adormecido José Luis Cuerda respectivamente (que ojalá volviera por la senda de sus primeras películas) tan sólo demuestran la regresión de unos directores supeditados comercialmente a las exigencias de los presupuestos foráneos o a la necesidad de hacer taquilla con films explotados comercialmente hasta la saciedad, en muchas ocasiones incluso antes de la escritura de sus guiones. Así pues, la experiencia de Camino es de lo más superficial y efectista por mucho que algunos se empeñen en ver una buena película en esta grandilocuente oda a lo hortera, que ensalzó una polémica que no perdurará más allá de su corriente comercial. Los crímenes de Oxford es con mucho, el peor guión del tándem formado por los talentosos de la iglesia y Guerricaecheverría. Una cinta vacua y tramposa en su guión, en la que el se pierde (o más bien no se deja ver) el sello tan particular y creativo que sin embargo Alex de la Iglesia sí imprime en su serie televisiva Plutón Berbenero. Los girasoles ciegos es una película que uno cree haber visto cientos de veces, en la que la lágrima fácil del espectador está exigida desde que éste recoge su entrada de cine en la taquilla. Un film opaco, lento y aburrido, que de no ser por sus más que destacables interpretaciones, muere y se hunde en el sentimentalismo casi antes de comenzar la película. Estos tres ejemplos, tan sólo ilustran una larga retalía de títulos que han pasado por la cartelera y que en la mayoría de los casos no interesan más allá de algunos esmerados carteles. De la gala de los Goya, que además pretende ensalzar estos films, casi mejor no hablar. Este año en ese sentido no hay que preocuparse…vuelven Amenabar y Almodovar, dos gurús con taquilla asegurada que al menos servirán para camuflar el mal estado en el que se encuentra el cine patrio.
¿Queda esperanza todavía? Yo creo que sí. Se puede encontrar en los jóvenes talentos, que ofreciendo savia nueva, y luchando contra ese adormecimiento y acomodamiento generalizado en los grandes estatus de "¿nuestra industria?", ofrecen productos nuevos, tomando de referencia clásicas películas de género y ofreciendo al público precisamente lo que quiere ver. Un entretenimiento, que sin embargo no renuncia a profundas reflexiones cinematográficas tras sus historias. Es el caso de Los cronocrímenes de Nacho Vigalondo, 3 días de F.Javier Gutiérrez o Casual Day de Max Lemcke. No nos engañemos. No estamos hablando de grandes obras maestras, pero sí al menos de mentes despiertas, atentas a las corrientes que actualmente mueven el cine internacional dirigidas hacia una clara tendencia a las clásicas estructuras de género. En el lado opuesto, autores como Albert Serra, Pere Portabella, Jaime Rosales o Gabriel Velázquez por nombrar algunos, también aportan puntos de vista distintos y continúan su particular exploración del mundo. Buena nota de ello es la última película del salmantino Velázquez Amateurs. Toda una propuesta escénica y fílmica, que alejandose de un buen empaquetado busca sin embargo profundizar en unos personajes que parecen sacados de la propia realidad. Sin embargo, y por desgracia, las películas de estos y otros muchos directores que siguen esa línea, tan sólo llegan, en los mejores de los casos a las filmotecas de la ciudad, o a pequeñas salas en las grandes ciudades donde apenas duran un par de semanas. El cant del ocells de A.Serra, o Tiro en la cabeza de Jaime Rosales (la cual se puede ver la semana que viene en la filmoteca) son sólo algunos ejemplos de las películas que no han pasado por la cartelera zaragozana., y que para la mayoría de los medios son de obligado visionado.
Sin embargo, y mirando las corrientes europeas, se puede observar una tendencia hacia la reformulación del período más influyente en la historia del cine. La realidad se filtra en las películas más destacas de los países vecinos. Los modelos franceses e italianos de mitad de siglo, se cuelan en films como la rumana 4 meses, 3 semanas y 2 días, la italiana Gomorra, o la recién estrenada La clase (Entre les murs), que a pesar de estrenarse esta semana, pertenece al Cannes del pasado año. El neorrealismo italiano salen a la luz de nuevo y unido a nuevos argumentos sociales, impregna algunas de las mejores obras del pasado año.
En un EEUU, pendiente de sus nuevos cambios, y de su unión como país frente a las amenazas externas, la industria parece hacerse eco y se centra en el núcleo familiar para narrar algunos de los mejores dramas que han pasado por la cartelera en los últimos años. Así, si miramos a algunas de las mejores películas que han llegado desde norteamérica, observamos como el equilibrio familiar supone el equilibrio del país, y como su ruptura, supone por tanto la ruptura de los valores estadounidenses, y por tanto el descenso a los infiernos de sus personajes principales. Es el caso de películas como La noche es nuestra de James Gray o Antes que el diablo sepa que has muerto de Sidney Lumet. Igualmente la búsqueda de héroes frente a grandes amenazas, corriente que EEUU lleva explorando desde los ataques del 11-s (Batman, el caballero oscuro, Monstruoso) y la mirada puesta en los grandes clásicos y en la propia historia estadounidense, revisionando géneros como el western o cine negro para generar nuevos films que siguen alimentando la épica de su industria (Pozos de ambición, El intercambio, No es país para viejos) son los destellos más destacables en un flojo año, en el que además, el cine oriental ha llegado mucho menos a nuestras carteleras, y donde el auge del terror y las aventuras fantásticas, en cuanto a taquilla se refiere siguen alimentando la voracidad de un espectador cada vez más mal acostumbrado a acudir a las salas en búsqueda de entretenimiento.
Aún así me quedo con estas 10 películas del 2008, sin haber visto todavía la aclamada La cuestión huamana de Nicolas Klotz (no ha llegado a la cartelera de Zaragoza) y algún otro título que apenas ha durado una semana en la cartelera.
1. 4 meses, 3 semanas y dos 2 días de Christian Mungiu la mejor película europea del año. CRÍTICA.
2. Pozos de ambición de Paul Thomas Anderson, la mejor película estadounidense del año.
3. Antes que el diablo sepa que has muerto de Sidney Lumet. CRÍTICA.
4. No es país para viejos de Joel Coen y Ethan Coen.
5. Gomorra de Matteo Garrone.
6. La noche es nuestra de James Gray.
7. El intercambio de Clint Eastwood.
8. Wall – E de Andrew Stanton.
9. Batman, el caballero oscuro de Christhoper Nolan
10. American Gangster de Ridley Scott. CRÍTICA.
Os dejo también dos de las escenas que más me han emocionado este año pasado en las salas. La increible persecución en coche de La noche es nuestra de James Gray.
Y la última escena de Pozos de ambicioón (There Will Be Blood), parodiada ya hasta la saciedad, y en al que Daniel Lay Lewis ofrece probablemente la mejor interpretación del año. Al que no haya visto la película mejor que la vea entera.
1 comentario:
He visto tres de diez, tendré que ponerme las pilas. Ya me dijiste la lista hace unos domingos:)
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