miércoles, 11 de septiembre de 2013

Feliz 6º cumpleaños


Bastante abandonado, lleno de polvo, con una sequía de entradas durante los últimos cuatro meses, con las redes sociales extinguiendo la mayoría de los blogs que antes visitaba con frecuencia (a muchos, incluso los echo de menos en mis lecturas semanales), con menos  tiempo que nunca para actualizar y aportar algo interesante…me planteo si seriamente debo mantener este lugar abierto. 

Quizá porque sea reacio a aceptar que las cosas se terminan (sobre todo cuando dependen de uno mismo) o quizá porque siento que llegará un momento en el que necesitaré escribir por aquí de forma frecuente y ya no habrá vuelta atrás. Da igual. No importa. No puede haber una entrada más narcisista y estúpida que esta, en la que lo único que uno puede aportar es si va a cerrar o no su blog. Y en el fondo, me resisto a hacerlo...Será que la decadencia, lo crepuscular o la nostalgia, forman parte de cómo entiendo que las cosas deben acabar.


Son demasiadas entradas escritas, más de 400...

Son demasiados años juntos...

Y demasiadas velitas sopladas a la par.  


Y hoy…sin embargo, casi ni me acuerdo de la contraseña de entrada para escribir aquí.


Solo te puedo decir…feliz cumpleaños Mundoimplacable. Aquí sigues. Implacable, incluso a quién te trajo al mundo. A pesar de todo, a pesar de que el silencio de ha apoderado de ti...por mi culpa. Y eso, que a pesar de todo, uno va entendiendo que cuando no se tiene nada interesante que decir, es mejor mantenerse callado.


Quizá algún día, lo tuyo o lo mío vuelva a tener sentido. Quizá volvamos a tener una etapa feliz. Ahora, solo te echo de menos de vez en cuando y cada día me acuerdo menos de ti (y lo digo sin despecho). 


Y ahora sí, a soplar las velitas, que es lo que toca hoy. 
Pero antes...pide un deseo...

Ya sabes...en silencio. Que si no, no se cumplen.