viernes, 30 de noviembre de 2007

Por un mundo mejor




Está claro que el mundo del guión no vive el mejor momento. En EEUU los guionistas se han plantado en huelga para revindicar sus derechos. Habría que plantearse cuanto tiempo tardarían los españoles en hacer lo mismo. Hoy 1 de diciembre, hay convocada una reunión por ALMA en Madrid para informar y debatir sobre el estado de los guionistas en nuestro país.
Guionistas mal pagados, con contratos irrisorios en muchos casos y que no cobran porcentajes de la venta de DVD,S son entre otros algunos de los problemas a los que están sometidos los guionistas de nuestro país. Algunos de mis compañeros del master se van a acercar a la reunión que me parece de carácter super importante tanto para los que se dedican como para los que queremos dedicar a la profesión.
Invito a la reflexión de quien quiera preguntarse porque sucede esto en nuestro país. Cual es el problema de raíz, cuando creo yo, a estas alturas, todo el mundo sabe que sin guionistas a día de hoy, apenas podríamos disfrutar de los informativos televisivos y en ocasiones ni siquiera eso.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Trailer de SALOMÓN.

Al fin tenemos un trailer del cortometraje que estrenamos el próximo

21 de DICIEMBRE (viernes) en el CENTRO DE HISTORIA DE ZARAGOZA a las 17:30
Espero que les intrige para acercarse el día del estreno. Parece que al fin estas navidades podré dormir tranquilo tras todos estos meses de trabajo. Están todos invitados al estreno, que será tras el acto de la entrega de premios del II Certamen de guiones de la Delegación de Gobierno en Aragón.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

CUANDO EL CINE DE ANIMACIÓN ES DEMOLEDOR

Quizá lo único que se le pueda achacar a esta obra maestra del cine de animación es precisamente eso, que sea de animación y no de “carne y hueso”. Dicho esto, creo que Persépolis es una de las mejores películas que he visto este año en los cines y probablemente una de las mejores películas de animación que haya visto jamás.

En primer lugar por su historia, un conmovedor relato con el conflicto iraní – iraki de fondo durante toda la película contada a través de la mirada de una chica iraní que se ve obligada a viajar a Europa cuando el poder fundamentalista toma el poder en Teherán. Esta marcha – exilio de su país y la vuelta a su origen son los hechos que motivaron a su directora Marjane Satrapi a crear en el año 2000 la serie de comics Persépolis, que de manera autobiográfica ha traslado con gran rebeldía a la gran pantalla. Pues bien, a través de los ojos de esta niña y en apenas hora media iremos creciendo con ella, descubriremos como espectadores nuestro primer amor, recordaremos esa dura etapa llamada pubertad y sobre todo sufriremos en nuestras propias carnes el miedo que sufren y han sufrido miles de mujeres en varios países de oriente medio.

La película está contada con unos dibujos que recuerdan en según que momentos a las viñetas de Maitena. Dibujos de trazo sencillo, sobrio y con un blanco y negro parco para conseguir ese realismo animado que nos recuerda que de no ser así, seguramente esta historia sería mucho más desgarradora y demoledora de lo que ya lo es. Porque a pesar que en los primeros minutos cuesta adaptarse al mundo que Marjane Satrapi nos propone, una vez te introduces en él, es imposible perderse ni un solo pestañeo de todos las referencias cinematográficas que la película parece contener en su interior, mientras vivimos y empatizamos con la protagonista y sufrimos con ella la historia de su propia vida. De este modo habrá algunos que encontrarán reminiscencias expresionistas en grandes partes del film (sobre todo en las que narran los enfrentamientos entre irakíes e iraníes), otros que recordarán pasajes de cine negro en algunas de sus secuencias (atención especial merece la escena en la que la policía iraní persigue a un joven que lucha por mantener su integridad tras ser descubierto en una fiesta),y habrá incluso quien verá pasajes de La noche del cazador en algunas de las escenas de cuando ella es mucho más pequeña. Y seguramente no estarán equivocados, porque una directora capaz de contar de manera tan pulcra semejante historia, consiguiendo introducir varias escenas cómicas a lo largo de la película y con un perfecto manejo del paso del tiempo a lo largo de la película, seguramente haya visto todas esas referencias que parece tras esta pequeña gran obra maestra.

Mención aparte merece la música del film de Olivier Bernet, que impregna de emotividad y añade las notas necesarias para que la obra no se quede desnuda. Sin edulcorante ni excesivos pasajes “sentimentalistas” a lo largo de la película, las notas de guitarra y una particular visión de “The eye of the tiger” mientras nuestra protagonista se despierta de su larga depresión son de lo mejor del film. De semejante puesta en escena, concreción, síntesis y sinceridad a la hora de reflejar un conflicto que cambió el curso de oriente, sólo queda felicitar a su directora con premios en Cannes (Premio del jurado) y con la nominación por Francia para la próxima entrega de los premios oscar. Un peliculón de casi obligado visionado, que desgraciadamente y debido a la crueldad que esconde tras su planteamiento sólo puede contarse a través de la animación.

martes, 6 de noviembre de 2007

TIERRA: esperar a verla en televisión el mayor de los errores

Quede claro que no soy un apasionado de los documentales de animales ni tampoco una persona que sea pro –ecologista verde afiliado en algún tipo de organización no gubernamental que intenta salvar el medio ambiente.


En los tiempos que corren creo que hay que prestarle especial atención a este documental que le ha salido por un ojo de la cara a la BBC y que narra desde un punto de vista bastante original, como nuestro planeta está cambiando en gran medida por nuestra inconsciencia medioambiental. Tierra es una buena excusa para acercarse a las salas a ver un documental que pese a tener todos los elementos de cualquier documental al uso de la sobremesa televisiva sorprende visualmente e impacta en su magnitud tanto espacial, como temporal. Detrás de Tierra se esconde por desgracia cierto tufillo ecologista, que seguramente sea lo único que se le pueda achacar a esta producción, que continuando la estela que sembrara Una verdad incómoda en los cines, nos muestra un planeta distinto, mucho menos titánico de lo que pensamos y sobre todo con una diversidad y una historia que a nuestra reducida conquista espacial supone sin duda la mayor maravilla que hayamos visto jamás. En Tierra se mezclan varias historias de animales que debido al cambio climático, no provocado por nosotros, pero sí incrementado por nuestro mal uso de la energía que hemos aprendido a administrar, se ven obligados a cambiar parte de sus rutinas, migraciones, apareamientos, etc para intentar sobrevivir. Es por eso, que sabiendo los tiempos que corren, me parece más que acertado, aunque demasiado explícito el mensaje que deja la película. Primera buena razón para ir a ver Tierra.

Tierra recuerda en una de sus historias a la contada a través de los ojos de los pinguinos en El viaje del emperador. Recuerda a los documentales del Nacional Geographic, pero lo hace desde una perspectiva distinta. El punto de vista de la inmensidad de nuestro planeta, de la diversidad que en el existe y del peligro que este corre se convierten en el epicentro de varias historias protagonizadas por elefantes, ballenas, osos polares, pájaros y monos. Así pues, sentarse en la butaca para ver Tierra, supone sentarse en el asiento de un avión y recorrer desde los cielos prácticamente los cinco continentes. En dos horas, el mejor viaje posible nos llevará desde los desiertos del Kalahari a las cataratas de Iguazú, de los bosques de acacias del Polo Norte al océano Atlántico. Tierra consigue transmitir esa sensación de inmensidad a través de una cuidadísima realización, de varios guiños al espectador en forma de chiste, y sobre todo de unas imágenes espectaculares, obra y trabajo del equipo de la BBC que ha estado varios años recorriendo el planeta para ofrecernos las imágenes más impactantes que se recuerden en mucho tiempo, y que simplemente ha brindado la naturaleza.
Sin artificios, sin decorados, sin iluminación ni dirección artística. Sin actores. Solamente robando varios planos a la intimidad de los animales, armándose de paciencia y con un gran gusto a la hora de armar un historia sencilla pero bien elaborada. Esa sería la segunda buena razón para ir a ver Tierra a los cines. Esperar a que salga en DVD o a que lo emitan en televisión sería un error.

Cronemberg siempre fue un macarra

No entiendo porque tras ver Promesas del Este me queda la sensación de que Cronemberg se intenta disfrazar de algo que no es. Quiero partir de una breve teoría que me ronda en la cabeza desde hace días, y que por desgracia no encuentra personas que la compartan. La que cuenta que Promesas del Este, es una película que se ha sobrevalorado.

En contra de toda la sinergia de críticas creo que Promesas del Este no pasa de ser un film convencional, con algunos destellos de buena realización, normales por otra parte en un director con la experiencia de Cronemberg pero con algo que a mi gusto hace que la película se desinfle conforme van pasando los minutos: la gran autocensura que parece haber en toda la película y que desemboca en un edulcorado y casi ridículo final que parece más una final made in Walt Disney o Frank Capra, que el de una película de Cronemberg.

La película parte de un planteamiento interesante. (No leer este párrafo si no se vio Promesas del Este) Anna, una comadrona (Naomi Wats) se tiene que hacer cargo de un bebé, porque su madre ha fallecido. A través del diario de la madre la comadrona descubre que el bebé es fruto de una antigua violación de un mafioso ruso afincado en Londres. La comadrona hace todo lo posible para que la mafia no recupere al bebé enfrentándose ella sola a una de las familias de mafiosos rusos más importantes de Londres. El chofer de la familia, Nikolai (Viggo Mortensen), atraído por Anna ayuda a ésta y a su vez intenta escalar puestos dentro de la organización de mafiosos. Personalmente, me ha dado la sensación de dos historias solapadas, que poco o nada tienen que ver la una con la otra. Por un lado, la historia de Anna. Por otro, la personal, en la que Nikolai acaba vendiendo su alma al diablo para formar parte de la familia de mafiosos rusos. Que ambas historias se tengan que cruzar en una forzada historia de amor me parece correcto. Que la historia de amor tenga que acabar bien me parece un gran error. Sobre todo si echamos la vista atrás y pensamos en los trágicos finales de muchas de las películas anteriores de Cronemberg.

Me molesta pues, que Cronemberg, un director macarra en su más pura expresión, capaz de voltear la realidad que nos envuelve y devolvernos a través de su mirada, una realidad deforme, visceral, monstruosa, crítica y desgarradora, nos ofrezca un final tan made in hollywood, tan edulcorado, tan poco Cronemberg. Sigo rumiando que quiere expresar con ese último plano en el que la cámara se acerca a Nikolai mientras escuchamos de nuevo la voz en off del diario de la madre (en una frase, que por cierto ya escuchamos anteriormente).

Y como ya se ha comentado hasta en las revistas especializadas en artes marciales no me alargaré mucho en la que seguramente sea la mejor escena del film y que probablemente quedará para el recuerdo como una de las mejores y más intensas peleas rodadas en mucho tiempo que sobrecoge en su crudeza y levanta de la butaca al espectador más acostumbrado a escenas violentas. Una pelea en estado puro, que simbólicamente Cronemberg parece haber rumiado a conciencia para desnudar a Nikolai, y recordarnos a nosotros espectadores, acostumbrados a ver violencia de manera habitual, que los cuchillos cortan de verdad, los heridas duelen mucho, y la sangre es roja y caliente. Algo que hasta se parece percibir en según que momentos de la pelea. Ese es el Cronemberg de verdad, o al menos el que a mí me gusta. El Cronemberg macarra capaz de hacerme sufrir con imágenes que rozan lo desagradable pero que me mantienen enganchado a la pantalla sin poder apartar la mirada. Para sonreír y que el héroe al final consiga su objetivo, ya hay otros que para mí lo hacen mucho mejor que Cronemberg. Pensar que Promesas del este, según he leído por ahí en alguna parte, es la obra cumbre de este director, me parece desprestigiar films como La mosca, Videodrome, El almuerzo desnudo o Una historia de violencia, su anterior película, en la que al menos, si Cronemberg no era tan descarado como en otras oscasiones, si hablaba sobre la verdadera identidad, uno de los temas que ha sabido tratar como pocos a lo largo de su filmografía, y que por desgracia no aparece en Promesas del Este. A los que no les importe que un director con un sello tan particular como el de Cronemberg intente ser algo que no es, seguramente adoren esta película. Para mí no deja de ser un film convencional impropio del talento de este autor canadiense.