martes, 6 de noviembre de 2007

TIERRA: esperar a verla en televisión el mayor de los errores

Quede claro que no soy un apasionado de los documentales de animales ni tampoco una persona que sea pro –ecologista verde afiliado en algún tipo de organización no gubernamental que intenta salvar el medio ambiente.


En los tiempos que corren creo que hay que prestarle especial atención a este documental que le ha salido por un ojo de la cara a la BBC y que narra desde un punto de vista bastante original, como nuestro planeta está cambiando en gran medida por nuestra inconsciencia medioambiental. Tierra es una buena excusa para acercarse a las salas a ver un documental que pese a tener todos los elementos de cualquier documental al uso de la sobremesa televisiva sorprende visualmente e impacta en su magnitud tanto espacial, como temporal. Detrás de Tierra se esconde por desgracia cierto tufillo ecologista, que seguramente sea lo único que se le pueda achacar a esta producción, que continuando la estela que sembrara Una verdad incómoda en los cines, nos muestra un planeta distinto, mucho menos titánico de lo que pensamos y sobre todo con una diversidad y una historia que a nuestra reducida conquista espacial supone sin duda la mayor maravilla que hayamos visto jamás. En Tierra se mezclan varias historias de animales que debido al cambio climático, no provocado por nosotros, pero sí incrementado por nuestro mal uso de la energía que hemos aprendido a administrar, se ven obligados a cambiar parte de sus rutinas, migraciones, apareamientos, etc para intentar sobrevivir. Es por eso, que sabiendo los tiempos que corren, me parece más que acertado, aunque demasiado explícito el mensaje que deja la película. Primera buena razón para ir a ver Tierra.

Tierra recuerda en una de sus historias a la contada a través de los ojos de los pinguinos en El viaje del emperador. Recuerda a los documentales del Nacional Geographic, pero lo hace desde una perspectiva distinta. El punto de vista de la inmensidad de nuestro planeta, de la diversidad que en el existe y del peligro que este corre se convierten en el epicentro de varias historias protagonizadas por elefantes, ballenas, osos polares, pájaros y monos. Así pues, sentarse en la butaca para ver Tierra, supone sentarse en el asiento de un avión y recorrer desde los cielos prácticamente los cinco continentes. En dos horas, el mejor viaje posible nos llevará desde los desiertos del Kalahari a las cataratas de Iguazú, de los bosques de acacias del Polo Norte al océano Atlántico. Tierra consigue transmitir esa sensación de inmensidad a través de una cuidadísima realización, de varios guiños al espectador en forma de chiste, y sobre todo de unas imágenes espectaculares, obra y trabajo del equipo de la BBC que ha estado varios años recorriendo el planeta para ofrecernos las imágenes más impactantes que se recuerden en mucho tiempo, y que simplemente ha brindado la naturaleza.
Sin artificios, sin decorados, sin iluminación ni dirección artística. Sin actores. Solamente robando varios planos a la intimidad de los animales, armándose de paciencia y con un gran gusto a la hora de armar un historia sencilla pero bien elaborada. Esa sería la segunda buena razón para ir a ver Tierra a los cines. Esperar a que salga en DVD o a que lo emitan en televisión sería un error.

1 comentario:

Aitor Lourido dijo...

hola nacho, encantado de volver a leerte:

"Detrás de Tierra se esconde por desgracia cierto tufillo ecologista".

¿por qué es esto una desgracia? ¿acaso sería mejor cerrar los ojos a la realidad y mostrar una narración bucólica, pero irreal y quimérica para dentro de 20 años? ¿de verdad no cabe un mensaje comprometido con el medio ambiente en esta producción? ¿en qué se estropea la cinta al divulgarse ese mensaje?

un abrazo Nacho, que sigas escribiendo.