viernes, 30 de marzo de 2012

Un cigarro y me voy

Un cigarro y me voy. Es el último. Vamos, enciende el mechero…tengo que ir a los chinos a por un mechero nuevo. Mi aspecto debe ser patético. Lo sé porque otra vez llevo el cordón de la bota sin abrochar. Que se quede así. Si me tropiezo me hago un favor. La piedra del mechero está hecha una mierda. Tengo que ir a los chinos. Aunque esté de resaca. Joder. Se me ha caído el último cigarro al suelo. Cojonudo. Está empapado en mierda. Vaya asco de suelo. Podría vomitar en él y les haría un favor. No puedo fumarme eso ahora. Y paso de pedir tabaco. Paso de hablar con nadie. Me pregunto por qué este Four Roses se hace tan largo. Los hielos son como clavos. El borde del vaso es como una sierra. Se me están agrietando los labios. Ojalá fuera lo único. Si sigo así sólo voy a conseguir que me reviente el hígado. Y ganarme un par de puñetazos. O darlos. Eso todavía está por ver.

Es Four Roses, pero sabe a Dyc. Antes no era así. Antes disfrutaba con esto. Antes, el Jack Daniels era Jack Daniels. El Macallan era Macallan y era la hostia. Pero claro…eso era antes. Ahora todo me sabe igual. Y casi todo me suena igual. El gordo impertinente no deja de empujarme por la espalda. Por lo menos me ha dado ya dos veces. Y ha conseguido que me gire. El tío lleva un buen rato mirándole el culo a esa chiquilla. Baboseando. Se nota que ella no tiene novio. ¿Qué hora es…?, ¿las seis y media? Joder, casi las siete…No, no tiene novio. Y está buscando algo. Lo sé yo, lo sabe ella y lo sabe media ciudad. Pero no va hacer nada de nada. Ha salido a “pasárselo bien”. Tremenda hipocresía. A pasárselo bien. Por eso ha salido con sus amigas. Y por eso está ahí sola, bailando sobre tacones de coca y calentando a medio local. No me jodas. Nadie lo puede pasar bien en un lugar así. Es probable que no tenga ni dieciocho. Si su padre viera cómo este gordo mira a su hija, él mismo le partiría la cara. ¿Cuántos? ¿Trenta y tantos? ¿Cuarenta? Igual alguno más. Por mucho que meta barriga hacia dentro y se haya echado cinco kilos de gomina. Prefiero no mirar si lleva anillo de casado. ¿A quién pretende engañar? Y luego dirán que el amor no tiene edad. Y una mierda. Pues claro que tiene edad. Y si el amor no la tiene, el sexo seguro que sí. Quizá ella no tenga padre...Otra vez…Otro empujón…Como me vuelva a tocar, juro que le parto la boca aquí mismo.

La música cada vez más alta. Ha puesto todo el repertorio para punkarras, "so payaso" incluido. ¡Venga ya, cambia el puto cedé! No hay manera. Pobre tío. ¿Cuántos años perderás en ese pedestal creyendo que eres el que hace bailar a la gente? No eres tú…son todas estas ratas. Van puestos hasta las patas. Aprendiz de deejay. Te crees Jeff Mills y no pasas de mezclar bien dos temas de Platero. No me jodas. Esta música es una mierda para estar en un garito a las siete. El ambiente es una mierda. El whisky es una mierda. Y huele a mierda. A mierda y a sudor. Porque este antro es una mierda. Y eso...ya lo sabía antes de entrar.

No sé cómo se llama. El antro. No sé cómo se llama. Voy demasiado pedo para leer cualquier cosa. Aunque pudiera, no se ve una mierda. El Dyc parece sangre. No sé si al final he pedido un Dyc o un Four Roses. Me sabe a Dyc, da igual. Es esa luz roja. Igual es la única que hay en todo el bar. Pero los cabrones cobran entrada. “Vale por una cerveza”. Si ese orangután de la puerta no ha sido capaz de oler el pestazo que echo a whisky es que trabaja aquí por méritos propios. En bombillas no gastan, eso seguro. En el puti de antes se veía más. Qué gracioso…qué gracioso…En todas las ciudades hay un bar que se llama infierno. Es como el bar Manolo donde vas a echarte el carajillo de la tarde. El bar Manolo… El infierno…“¿No has estado en el infierno?”…oh, ¡pues es un bar de puta madre! Ponen unos temazos cojundos”. Cuántas veces he oído eso de niñatos de papá… No hay nada peor que escuchar a uno de esos pijos alardeando de que el infierno es su segunda casa. De que vive en el infierno. Que siempre cierra la noche allí, manchando sus converse Uno sabe que vive en el infierno porque se le quema el corazón. Y porque se le derrite el alma…Otro empujón… Van cuatro. Ella sigue bailando. El pantalón blanco ajustado le echa un par de años más…pero tiene cara de no haber roto un plato en su vida. Ni de haberlo roto, ni de que se lo hayan roto. Y va hasta las patas.

Whisky de mierda…me está dejando la hígado como un colador. Si al menos me reventara limpiaría esta pocilga con la bilis.

El tío se va a envalentonar y le va a decir algo. Como si lo viera. Está cantado porque va como Alfredo. A tan sólo unos segundos de hacer un ridículo tremendo. Da igual. Mañana no se acordará. Ni él, ni ella. Ni yo…Por suerte. Se la está buscando desde hace un rato. Él y la cogorza que lleva. ¡Vamos, déjalo! No eres John Travolta. ¡Ni siquiera John Travolta se parece ya a John Travolta! Todo sabe a rayos. Trago dos veces. No quiero vomitar aquí en medio. Traga y aguanta. Traga. No vomites aquí en medio. Y los hielos siguen sin derretirse. Es la eternidad. Concentrada en este vaso. Almacenada entre los hielos. En cada una de las gotas que se han quedado suspendidas del borde de cristal. Balanceo el vaso de izquierda a la derecha…miro el movimiento acompasado de la mezcla…de izquierda a derecha…de derecha a izquierda…de izquierda a derecha…una y otra vez. Suave, cada vez más suave. Sigo con mis ojos el balanceo de la bebida rebotando contra el cristal. Como las olas que rebotaban en tus tobillos en la playa de Mónsul cuando nos conocimos...Como aquel balanceo del columpio en el que empujábamos a nuestra pequeña...Como la cuna que mecías agarrándome con fuerza antes de irte...antes de que ella se fuera...de derecha a izquierda…de izquierda a derecha…de derecha a izquierda...Me estoy mareando... ¡Joder! Otro empujón por la espalda. Me giro. No es él. Es ella. Tengo su culo pegado a mi polla y la mano del gordo en medio. Le agarra el culo con fuerza. Ella le está metiendo la lengua hasta la garganta. Creo que ha llegado el momento de que alguien me parta la cara. O de que se la parta yo. Da lo mismo...Me fumo un cigarro y me voy…

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