
Hemos finalizado el rodaje de
Si algo hemos aprendido con el rodaje de este corto es que a partir de ahora vamos a utilizar lo de “ha sido un rodaje duro” para ocasiones muy contadas. Como si esa frase fuera un buen vino que descorchar en momentos oportunos. Hemos trabajado a un ritmo vertiginoso. Nuestro equipo de producción apenas ha dormido durante la semana que ha durado el rodaje. Lo del trabajar por la noche no tiene nombre. Cambias el horario de comidas, cambias el ritmo de sueños, y encima trabajas bajo la presión de que cuando sale el sol no puedes seguir rodando. Recoger todo el material cuando amanece y la gente se va a dormir es horroroso (bendito equipo de eléctricos). Despertarse antes del mediodía para que todo esté a punto para el día siguiente es aberrante (bendido equipo de producción). Cenar en pleno verano a las 19:30 horas y reducir tus comidas termina por desgastarte. El lugar de trabajo ha resultado ser de lo más hostil para todos. He tenido que ver cómo buena parte del equipo trabajaba todo el tiempo con mascarillas por los fuertes olores (bendito equipo de arte), y cómo incluso algunos vomitaban a altas horas de la madrugada (bendito equipo de maquillaje). Perseguir a la actriz por un pasillo de apenas
Sé que los actores lo han pasado mal de buena tinta, y sé que sus esperas han sido largas y tediosas (bendito Juanma, bendito Pepo y bendita Laura). Y a pesar de todo, tengo la sensación de que si hubiéramos podido tener más horas el equipo hubiera seguido trabajando más y más. Hemos abandonado por fin este infierno de rodaje, y a unos cuantos de nosotros esto nos ha cambiado mucho. Durante estos últimos meses no ha habido día que no trabajáramos para este cortometraje. Ahora el fin de rodaje deja paso a una terrible resaca mental, emocional, personal y también física. Creo que hemos hecho un buen trabajo,
¡¡GRACIAS A TODOS POR VUESTRO ESFUERZO!!