La profundidad y el desgarro que Isabel Coixet había logrado en sus últimas películas se diluye por completo en Elegy.
Amor y muerte son los dos elementos comunes que suelen filtrear en el cine de Isabel Coixet y que en alguna ocasión, como en sus dos anteriores películas - Mi vida sin mí y La vida secreta de las palabras - nos ha brindado dramas compactos y contundentes, de esos que te dejan las piernas temblando cuando se encienden las luces de la sala. No sucede lo mismo por desgracia en esta mustia y densa película, en la que ese filtreo se detiene en la vejez y el ocaso de un profesor que acaba enamorándose de la juventud de una alumna suya. Esa relación adictiva, enfermiza y simbiótica, matizada al máximo en cada gesto y cuidada hasta el más mínimo detalle tanto por Ben Kingsley, como por una espléndida (y viene siendo habitual) Penélope Cruz, es el epicentro del terremoto, que sin embargo no encuentra casi temblor, como sucedía al final de La vida secreta de las palabras, cuando nos acercamos al final de esta película.
Probablemente la causa de esta falta de profundidad y desgarro en Elegy se deba al propio origen de la película: primer proyecto que dirige Isabel Coixet sin haber sido guionista y que proviene de la adaptación de la novela “El animal moribundo” de Pillip Roth. Algo que ya es extraño de por sí, tratándose de una directora (¿autora?), que sigue las corrientes de la nouvelle vague, por la cual se ha declarado siempre devota. Sin embargo, lo que más se echa en falta en esta película, son los silencios que han caracterizado las mejores obras de la directora. Silencios en los que el espectador pueda participar en los dramáticos acontecimientos, y que de manera bien tosca, se ven sustituidos aquí por una innecesaria voz en off que no deja de subrayar lo que piensa en todo el momento el profesor, por las notas de un piano empeñadas en acompañar los momentos más dramáticos del film y por una sobresaturación de diálogos que apenas dejan espacio al silencio, casi obligatorio en la historia que se está narrando.
Si los fuera de campo, los planos secuencia sostenidos y la música transitoria que acompaña al espectador tras los duros golpes verbales habían sido marca distintiva de la directora catalana, en Elegy apenas encontramos algún apunte de todo esto. Pese a todo, Isabel Coixet es capaz de hundir a estos dos personajes, en una fotografía más que cuidada, aplastante, oscura y asfixiante, casi en la línea del cine de Won Kar Wai, conforme va avanzando la trama. Es capaz de impregnar de un erotismo tan elegante, como sutil gran parte del film. Es capaz de tratar varios temas (vejez, enfermedad, infidelidad, miedo al compromiso) sin que eso resulte cargante. Y sin embargo, no es capaz de lo más sencillo y lo más complicado a la vez…conseguir que el espectador se involucre y participe en todo lo que está viendo.
8 comentarios:
Dura crítica, pero muy bien estructurada. No obstante, habrá que ver la peli para poder rebatirla o asentirla.
Tío Nacho, cada día te estás convirtiendo en más michi.
Vuelve y deja la monarquía y el cine social. Está claro que tengo que volver a Salamanca a discutir contigo para encauzarte.
el de arriba soy yo, pa que no te quepa duda
Acabo de ver la pelicula Elegy.En las ultimas semanas he querido refrescar algunas referencias de I.Coixet y he visto de nuevo "Mi vida sin mi" y dos de Tff "Bell de jour" y" Julles et Jil". Con esto quiero decir, que no soy ni forofa ni super experta. Iba un poco exceptica, ya que Penelope Cruz me parece muy mala actriz,se salva en Jamon Jamon,Volver y punto.
Sinceramente,me ha invitado a la reflexión,la he visto con ganas de que me gustara,pero no pasa pantalla.Penelope no pasa pantalla, el actorazo si pasa pantalla,la camara,esenas cinematograficas,ambientes, todo muy bueno pero falla algo fundamental UN BUEN GUION CINEMATOGRAFICO.En estos dias de entevistas con ella,que me las he leido en todos los Dominicales de todos los periodicos,ella tiene ideas clarassobre muchas cosas y es superinteligente Pero creo que la caga queriendo ser controladora de una idea que no es de ella.En "la vida sin mi"lo consigue ya que tamb. es una adaptacion,pero aqui no.Creo que guion cinematografico y Penelope Cruz son dos malas elecciones ,el resto me ha gutado mucho.
Eo, puede que la crítica sea dura, pero realmente la película carece de todos los elementos que hicieron grandes las anteriores películas de Coixet. No obstante, recomiendo ver la película que tiene buenos momentos.
Espejo_concavo, cuando quieras sabes que estoy encantado de discutir este y otros temas en Salamanca con unas cañas de por medio.
My way, no sé si Penélope es una gran actriz o no, pero sí que estoy realmente sorprendido con sus últimos personajes. Quizá Penélope Cruz sea de lo mejor de esta película...
Saludos a todos!
No he visto Elegy, y vagamente recuerdo (de hecho la recuerdo por momentos que tú mismo me recordaste en la facultad) La vida oculta de las palabras, pero acabo de ver Mi vida sin mí y, como dicen ustedes ¡flipé! De hecho tiene demasiado lo que tú criticas en este artículo, esos silencios necesarios y que no se hacen para nada fastidiosos. Era una peli que tenía mucho, pero mucho tiempo con ganas de ver y pues, nada, hoy la vi y eso... Definitivamente una directora para seguirle los pasos. ¡Un saludo!
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