Secuencias de acción imposibles rodadas a mil cámaras, montaje para el análisis fotograma a fotograma, explosiones de infarto, persecuciones sin final...cine de acción en estado puro. Supo revolucionar la forma de hacerlo, actualizó el género y lo mejoró. Todos le imitamos sin saberlo. Todos hemos visto varias veces alguna de sus películas. Todos recordamos algún momento de su filmografía. Quizá no pase a los libros de historia del cine ni se haya escrito tanto de su cine como del de su hermano. Poco importa. Ayer nos dejó un gran director, y aunque no es su mejor película, para mí se va el artífice de uno de los films a los que más visionados he dedicado. Tony Scott nos ha proporcionado horas de entretenimiento sin límite. Gracias por amenizarnos tantos sábados muertos y tantas tardes de domingo. Aquí el making of de Enemigo público (1998), de la que me confieso fan absoluto a pesar de no ser su mejor película. Tony Scott se fue de forma llamativa y emocionante. Como sus películas. Descanse en paz.
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