sábado, 27 de febrero de 2010

Un profeta de Jacques Audiard. Cine con mayúsculas.


No he visto todas las películas que están nominadas este año para los Oscar. Tampoco tengo especial interés en muchas de ellas. Da igual el número de películas que estén nominadas este año porque desde mi punto de vista la obra del año se encuentra entre las nominadas a película de habla no inglesa.

Un prophète (Un profeta) de Jacques Audiard, no sólo es de largo la mejor película del año, sino con toda probabilidad uno de los mejores dramas carcelarios que se han rodado nunca. No me quiero extender en esta entrada, ni mucho menos realizar una crítica que se presentaría compleja para el que la escriba por la multitud de aristas y recodos interesantes que se pueden analizar del film. Un prophète es una la película que posee una historia compleja de narrar, bien estructuruda y acompañada de una puesta en escena que apabulla. Jacques Audiard mueve la cámara con una soltura singular. Traza con ella un retrato sombrío que mezcla el cine carcelario con el sobrenatural, el cine de género con un punto de vista sobradamente autoral, como para no saber muy bien donde encuadrar esta joya del cine francés. Pasa de un realismo crudo a un sutil onirismo mezclando luces y sombras, sonidos huecos y notas de cuerda suspendidas que se pierden entre la cordura y la locura en la que transita el protagonista. El diseño sonoro y su banda sonora original conmueven en cada escena en las que aparecen. Un prophète es un espejo deformado y actual del Michael Corleone de Coppola. Es la historia de El padrino contada bajo rejas. Una cara no edulcorada de tantas y tantas películas carcelarias que hemos visto. Una reflejo mucho más interesante de cómo funcionan los hilos en el interior de una carcel francesa donde conviven presos con culturas tan diferentes que reduce al término de "entretenida" a la Celda 211 de Daniel Monzón.
Es la segunda película que veo de Jacques Audiard tras haber visioando Lee mis labios (Sur mes lèvres, 2001), y en ambas uno termina con la irremediable sensación de haber asistido a dos películas que profundizan hasta lo más hondo de sus personajes, y que mezclan diferentes géneros con una facilidad asombrosa. Un prophète es sin duda una película que poder revisitar tras cierto tiempo.

No se la pierdan. Es de largo la mejor película que hay este año en los premios Oscar, y una de las mejores que han pasado en los últimos meses por las salas.
Una película imprescindible.

4 comentarios:

Corcho dijo...

Di que sí. Yo ya sabes que me quedo con la de Haneke, pero esta no se queda atrás. Mi pregunta es, ¿qué tal el doblaje? Me gustaría repetir en cine para disfrutar en condiciones del diseño de sonido, pero miedo me da después de haberla visto en francés.

Un saludo.

Nacho. dijo...

Pues es que la he visto en V.O en casa, así que no te puedo decir nada sobre el doblaje.

Saludos!

Corcho dijo...

Ah, vale vale. Como este era el fin de semana del estreno había asumido que habías ido al cine. Has hecho bien.

Nalda dijo...

Tomo nota señorito. Y ya me imagino que tendrás las palomitas preparadas para no perderte detalle de la gala de los Oscar.

Un besaco