Razón número 1: Estamos en el año 2009 de nuestro calendario cristiano. El año de la crisis. Este año no hay Eurocopa, Mundial, ni Olimpiadas. Por lo tanto este año sólo hay crisis. Una opción es marcharse a China y aprovechar el año del Buey, igual allí da buen resultado.
Razón número 2: En tu proyecto no estás sólo. Esto a priori no debería ser una razón para abandonar tu proyecto porque es una trilogía formada por tres historias con relación entre ellas bajo un mismo tema común. Más bien es un aliciente. Compartes guión con otras dos personas. Compartes subvención con otras dos personas. Compartes equipo técnico con otras dos personas. Compartes un objetivo común con otras dos personas. Sólo compartes cafés con una de ellas. Tu aliciente se transforma en razón para abandonar.
Razón número 3: Tienes una localización natural espectacular para la escena que cerrará tu cortometraje. Un salto de agua de más de veinte metros que apenas nadie conoce y que fácilmente se hubiera colado en El lago azul sin chirriar en absoluto. Realizas una primera visita y planificas absolutamente todas las tomas de cámara. Es perfecta. Vuelves un mes después con tus jefes de equipo, te asomas desde lo alto y te das cuenta que tu salto se agua se ha convertido en la meada de un niño de tres años. Abajo El lago azul se parece ahora a la ciénaga de El Señor de los Anillos. Llegas todos los días destrozado tras visitar localizaciones a tu casa…y no hay Mundial.
Razón número 4: Tú sabes que es año de crisis. Piensas que igual la gente no se acuerda. Piensas mal. La gente a la que recurres para pedir pasta también se acuerda. Empiezas a encontrar graves problemas de financiación para levantar tu cortometraje. Recuerdas que España hace un año ganó la Eurocopa. Este año no hay.
Razón número 5: Olvidas tu lago azul. No pasa nada. Encontrarás otras localizaciones. Al ser una trilogía, piensas que rodar en tres provincias, siendo que tu comunidad no dispone de más, le da cierto toque de unidad al proyecto. Buscas localizaciones en las tres provincias, para cada una de las tres historias. Encuentras localizaciones que encajan a la perfección. Hasta aquí todo es un aliciente. Empiezas a sumar tus localizaciones y las distancias que hay que recorrer entre ellas. Agarras un mapa y sumas kilómetros. La cifra supera los cuatro números. Te das cuento que sin una máquina teletransportadora no tiene sentido semejante recorrido. Entre tus localizaciones se encuentran un centro comercial, un puente enorme en la capital de tu comunidad, una cocina antigua, paisajes de montaña, una gasolinera, un corral de montaña, una poza de agua o la plaza mayor del pueblo. Empiezas a ser consciente del problema que supone tener lugares tan dispares para los 18 minutos que durará el posible corto. Lo de los cafés entre dos empieza a ser una constante a la que te has habituado a la perfección. El equipo de producción no da abasto.
Razón número 6: Piensas en viajar a China para aprovechar el buey. Recuerdas que el dinero que tienes de producción no te da para comprar un billete de avión ni a Cuenca.
Razón número 7: Mientras todo el mundo te felicita porque te han dado una subvención de mucha pasta, te vuelves loco para intentar conseguirla. Los que te felicitan desconocen que el dinero lo tienes que poner tú por adelantado. Acudes a la caridad y el buen hacer de los bancos para solicitar créditos porque evidentemente no dispones de ese dinero. Te das cuenta de la incongruencia que supone mezclar en la misma frase caridad y bancos. Empiezas a pensar que cuando todo esto termine tampoco habrá Olimpiadas.
Razón número 8: Pagas, pagas y pagas. No tienes crédito y sigues pagando gastos por adelantado. Te das cuenta que la gasolina no es gratis. Las llamadas no son gratis. Las comidas no son gratis. Y los transportes para los jefes de equipo tampoco. Sigues echando eternos cafés tan sólo con una de las tres personas con las que proyecto arrancó. De hecho ya dudas de si este proyecto arrancó entre tres o dos personas.
Razón número 9: La actriz con la que esperas rodar te dice que igual no puede. Pasan los días. Te confirma que no. Tiene una gira teatral. El actor con el que esperas rodar está de gira por Europa. Te dice que a la vuelta te confirma. Pasan los días y sigues sin actores. Tampoco puedes buscar más porque de momento no tienes pasta y no quieres comprometer a más personas. Entre tanto, la mitad de las personas con las que esperas rodar te dicen que no pueden. De tu equipo mínimo te das cuenta que tienes un equipo que no llega reducido. Acudes al equipo de producción implorando soluciones. No dan abasto. Son sólo dos personas y van de culo.
Razón número 10: Entiendes porque tiene tanto mérito que El Tricicle lleve más de 25 años actuando juntos. Echas la vista y atrás y te das cuenta que llevas más de nueve meses trabajando en un proyecto que agoniza poco a poco. Eso acaba por desgastarte a ti y a los que te rodean. Definitivamente acabas creyendo la realidad que te envuelve. El proyecto arrancó entre tres personas, pero tomó forma y creció con tan sólo dos. En cierta manera te sientes abandonado. En una reunión de urgencia producción recomienda dejar el proyecto. Notas que no es una recomendación. Es una obligación. No se puede continuar. No hay financiación y faltan elementos imprescindibles para seguir adelante. A pesar de algunas buenas noticias de última hora el proyecto se derrumba como las casas que has localizado en el Pirineo. Te das cuenta que las otras nueve razones, apenas tienen importancia respecto a esta última. Lo aceptas.
Pd: Al día siguiente te llama tu actor y te dice que tampoco hubiera podido rodar. Le ha salido una tv-movie. Piensas que al menos en el mes de septiembre verás enterito el Mundial de baloncesto porque está claro...que este año no hay Olimpiadas.
Gracias a todos los que sí creías en este cortometraje.
THE END.
Razón número 2: En tu proyecto no estás sólo. Esto a priori no debería ser una razón para abandonar tu proyecto porque es una trilogía formada por tres historias con relación entre ellas bajo un mismo tema común. Más bien es un aliciente. Compartes guión con otras dos personas. Compartes subvención con otras dos personas. Compartes equipo técnico con otras dos personas. Compartes un objetivo común con otras dos personas. Sólo compartes cafés con una de ellas. Tu aliciente se transforma en razón para abandonar.
Razón número 3: Tienes una localización natural espectacular para la escena que cerrará tu cortometraje. Un salto de agua de más de veinte metros que apenas nadie conoce y que fácilmente se hubiera colado en El lago azul sin chirriar en absoluto. Realizas una primera visita y planificas absolutamente todas las tomas de cámara. Es perfecta. Vuelves un mes después con tus jefes de equipo, te asomas desde lo alto y te das cuenta que tu salto se agua se ha convertido en la meada de un niño de tres años. Abajo El lago azul se parece ahora a la ciénaga de El Señor de los Anillos. Llegas todos los días destrozado tras visitar localizaciones a tu casa…y no hay Mundial.
Razón número 4: Tú sabes que es año de crisis. Piensas que igual la gente no se acuerda. Piensas mal. La gente a la que recurres para pedir pasta también se acuerda. Empiezas a encontrar graves problemas de financiación para levantar tu cortometraje. Recuerdas que España hace un año ganó la Eurocopa. Este año no hay.
Razón número 5: Olvidas tu lago azul. No pasa nada. Encontrarás otras localizaciones. Al ser una trilogía, piensas que rodar en tres provincias, siendo que tu comunidad no dispone de más, le da cierto toque de unidad al proyecto. Buscas localizaciones en las tres provincias, para cada una de las tres historias. Encuentras localizaciones que encajan a la perfección. Hasta aquí todo es un aliciente. Empiezas a sumar tus localizaciones y las distancias que hay que recorrer entre ellas. Agarras un mapa y sumas kilómetros. La cifra supera los cuatro números. Te das cuento que sin una máquina teletransportadora no tiene sentido semejante recorrido. Entre tus localizaciones se encuentran un centro comercial, un puente enorme en la capital de tu comunidad, una cocina antigua, paisajes de montaña, una gasolinera, un corral de montaña, una poza de agua o la plaza mayor del pueblo. Empiezas a ser consciente del problema que supone tener lugares tan dispares para los 18 minutos que durará el posible corto. Lo de los cafés entre dos empieza a ser una constante a la que te has habituado a la perfección. El equipo de producción no da abasto.
Razón número 6: Piensas en viajar a China para aprovechar el buey. Recuerdas que el dinero que tienes de producción no te da para comprar un billete de avión ni a Cuenca.
Razón número 7: Mientras todo el mundo te felicita porque te han dado una subvención de mucha pasta, te vuelves loco para intentar conseguirla. Los que te felicitan desconocen que el dinero lo tienes que poner tú por adelantado. Acudes a la caridad y el buen hacer de los bancos para solicitar créditos porque evidentemente no dispones de ese dinero. Te das cuenta de la incongruencia que supone mezclar en la misma frase caridad y bancos. Empiezas a pensar que cuando todo esto termine tampoco habrá Olimpiadas.
Razón número 8: Pagas, pagas y pagas. No tienes crédito y sigues pagando gastos por adelantado. Te das cuenta que la gasolina no es gratis. Las llamadas no son gratis. Las comidas no son gratis. Y los transportes para los jefes de equipo tampoco. Sigues echando eternos cafés tan sólo con una de las tres personas con las que proyecto arrancó. De hecho ya dudas de si este proyecto arrancó entre tres o dos personas.
Razón número 9: La actriz con la que esperas rodar te dice que igual no puede. Pasan los días. Te confirma que no. Tiene una gira teatral. El actor con el que esperas rodar está de gira por Europa. Te dice que a la vuelta te confirma. Pasan los días y sigues sin actores. Tampoco puedes buscar más porque de momento no tienes pasta y no quieres comprometer a más personas. Entre tanto, la mitad de las personas con las que esperas rodar te dicen que no pueden. De tu equipo mínimo te das cuenta que tienes un equipo que no llega reducido. Acudes al equipo de producción implorando soluciones. No dan abasto. Son sólo dos personas y van de culo.
Razón número 10: Entiendes porque tiene tanto mérito que El Tricicle lleve más de 25 años actuando juntos. Echas la vista y atrás y te das cuenta que llevas más de nueve meses trabajando en un proyecto que agoniza poco a poco. Eso acaba por desgastarte a ti y a los que te rodean. Definitivamente acabas creyendo la realidad que te envuelve. El proyecto arrancó entre tres personas, pero tomó forma y creció con tan sólo dos. En cierta manera te sientes abandonado. En una reunión de urgencia producción recomienda dejar el proyecto. Notas que no es una recomendación. Es una obligación. No se puede continuar. No hay financiación y faltan elementos imprescindibles para seguir adelante. A pesar de algunas buenas noticias de última hora el proyecto se derrumba como las casas que has localizado en el Pirineo. Te das cuenta que las otras nueve razones, apenas tienen importancia respecto a esta última. Lo aceptas.
Pd: Al día siguiente te llama tu actor y te dice que tampoco hubiera podido rodar. Le ha salido una tv-movie. Piensas que al menos en el mes de septiembre verás enterito el Mundial de baloncesto porque está claro...que este año no hay Olimpiadas.
Gracias a todos los que sí creías en este cortometraje.
THE END.
7 comentarios:
Pase lo que pase yo siempre seguiré creyendo en ti.
Un abrazo enorme
p.d.: Sigo pensando que algún día te entrevistaré en Los Goya.
Siento todo esto, Nacho.
Pero piensa en positivo: la idea de un corto que muere es un alma que se reencarnará en otro, y seguramente en otro donde no habrá un tercero en discordia.
Suerte con todo.
Lo siento mucho Nacho, aunque tampoco hay que preocuparse, todos sabemos que no tardarás mucho en poner otro proyecto en marcha (y esta vez con el éxito al que nos tienes acostumbrados).
Un abrazo!
ÁNIMO y sigue creando cortos por favor
Lo siento mucho Nacho, hacía que no entraba en tu blog y me he encontrado con la noticia. Ánimo que seguro que para el verano que viene tenéis otro proyecto en mente. Un abrazo y a ver cuando retomamos nuestra 5 manos.
Muchas gracias por el ánimo. Seguroq que vendrán nuevos proyectos.
Saludos!
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