viernes, 28 de marzo de 2008

Salomón finalista en el I Festival e Cine Corto en Video de Salamanca


Salomón ha comenzado su andadura por los festivales de cortometrajes y lo ha hecho con buen pie. Esta semana ha sido seleccionado como finalista en el primer festival en el que participa. Para los interesados en ver el corto lo podrán hacer el próximo jueves 8 de mayo junto a otros cuatro cortometrajes finalistas dentro de la muestra organizada por Cortosdementes en el Bar Granero.

Además ya se pueden ver los entresijos de como rodamos Salomón en la red.

jueves, 27 de marzo de 2008

El becario inconformista.


Durante 5 años de carrera he compartido junto al infatigable amigo y compañero Diego Larrinaga experiencias, trabajos, disgustos, exámenes y muchas cañas. Un currante nato que desde su humilde puesto en la web de telecinco ha puesto en marcha junto a Willy esta serie desenfadada al modo Camera Café, que ironiza y se burla de los tópicos más frecuentes de los becarios. Hoy nuestro compañero Larry estrena serie en Telecinco como guionista y actor.
¡
Desde aquí mi enhorabuena por esa nueva serie que trae por título BECARIOS. Los dos primeros capítulos ya se pueden ver en la web de Telencinco. Serie de la cual estos días no se deja de hablar en ningún medio de comunicación: Enlace de El país El país 2 y de El mundo.

¡Felicidades Larry y mucha suerte con la serie! De todas maneras él sabe que siendo la envidia de todos los compañeros pero no por la serie...Un viaje sólo a Punta Cana como reportero de una semana con todas las misses de España... no tiene precio.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Adios a la pluma maestra.


Se nos ha ido el que probabablemente fuera hasta el sábado el mejor guionista español. Algo en lo que atípicamente en este gremio coinciden varias voces.
Varias de sus películas siguen estando entre mis favoritas, y seguro que entre las de muchos cinéfilos. Pocos finales me han emocionado tanto como los de Plácido, El verdugo o La lengua de las mariposas por nombrar tres de sus mejores películas. Excelente escritor, guionista, con un humor extremádamente exquisito y una pluma capaz de estar siempre cercana a la realidad española del momento ya sea en la comedia o el drama nos deja un buen puñado de guiones - películas que poder seguir leyendo y visionando. Os dejo aquí el enlace de una de las últimas entrevistas que le realizó Luis Alegre en el programa El Reservado de Aragón Televisión.

lunes, 24 de marzo de 2008

El sentido de una buena crítica.

No soy muy dado a linkar otros artículos, pero recomiendo éste encarecidamente a todo aquel que escriba - lea críticas cinematográficas.

Una verdadera reflexión sobre el sentido real de la crítica, el papel del crítico y el papel del lector de este micro - género literario, comúnmente extendido y habitualmente malinterpretado.
Aquí el enlace.

El Miércoles Pagano Santo.

Hoy 19 de marzo se da una triple y curiosa combinación de actos paganos, religiosos, populares y festivos a lo largo de nuestra península. Es San José, también considerado aquí el Día del Padre, y digo aquí, porque por ejemplo en algunos países de Latinoamérica el día del padre es para Junio. Por otra parte también es Miércoles Santo, en una Semana Santa temprana. Y además hoy en Valencia también finalizan las fallas y se da la popular cremá.

Paganismo frente a culto religioso. Curiosamente basta con cambiar de canal a esta hora, pasada la media noche, para ver la diferencia de contrastes y la diversidad de culturas populares que tenemos en nuestro país. En el canal Castilla y León emiten en directo las procesiones nocturnas que se dan esta noche en Salamanca y Zamora. Por otra parte en TVE emiten en directo la quema de las fallas. Un contrapunto, que no lejos de la controversia anual que producen estos actos, sobre todo el primero, consigue que por casualidades del calendario coincidan en la misma fecha una fiesta folclórica y pagana con otra eminentemente religiosa.




De hecho las procesiones actuales las debemos en gran medida al Concilio de Trento, del cual heredamos este afán eclesiástico por sacar las figuras religiosas a la calle para que el pueblo sintiera cerca de la Iglesia. Imágenes que durante décadas han seguido saliendo a la calle, de la mano de cada vez más numerosos cofrades, que conservan la tradición y que acompañados de trompetas, tambores, saetas o silencio según la zona, recorren de día y de noche las calles de todas nuestras ciudades. Una tradición que cada año atrae más turistas, tal y como sucede en las fallas. En el caso eclesiástico, una tradición que a través de imágenes representa las diferentes etapas de Jesús y María en La Pasión. En el caso valenciano, imágenes (ninots) que representan a modo de caricatura a los personajes más famosos de la farándula y la política nacional. Si lo pensamos las dos fiestas tienen algo en común: representan con imágenes personas a las que seguimos. No me malinterpreten, no es mi intención ofender a nadie con estas palabras. Pero sí hacerles reflexionar sobre nuestras verdaderas tradiciones, ya sean religiosas o paganas, las cuales creo que es necesario conservar. No obstante no nos engañemos. Mientras unos hoy se ofrecen en recogimiento y devoción a la Semana Santa, otros se emborrachan, gritan, queman fuegos artificiales y celebran el final de una fiesta pagana, que en los tiempos que corren, no es tan lejana a la celebración de la Semana Santa española. Y es que es innegable, que las procesiones y los pasos de Semana Santa, tienen cada vez más un carácter turístico y festivo, más próximo al de las fallas, que uno religioso y artístico, si exceptuamos a los cofrades, y a los cada vez menos fieles que siguen con devoción estos días la tradición cristiana. Puede que los haya que incluso griten, celebren y se emborrachen tras ir a ver alguna procesión esta semana.


Pervertido pues el verdadero espíritu cristiano de esta tradición, reconozcámonos todos (o al menos la gran mayoría) pecadores estos días. Es por eso que ya no importa que coincidan las Fallas con el Miércoles Santo. Es por eso que viendo la televisión hay tanta gente alrededor del fuego que alrededor del Ecce Homo. Es por eso que cada vez se está más lejos de las peticiones de Jesús: no idolatréis a otros, no me representéis en figuras, ni aduléis a falsos mitos, alejaos de la riqueza, de la ostentación, porque el reino de los cielos será para los más pobres, que conserven un espíritu lleno de fe. Es por eso que las tradiciones siguen, pero que también cambian y se adaptan a los nuevos tiempos. Y es por eso que cualquier presentador en la televisión no tiene ningún pudor en dar paso de la fiesta valenciana, a la fiesta sevillana que celebra el miércoles santo.

Disfrutemos pues de la Semana Santa y sus procesiones, disfrutemos pues de las Fallas, disfrutemos pues de nuestras tradiciones, sean paganas o religiosas, que insisto, es necesario conservar. Pero reconozcamos el carácter pagano que hoy en día tiene la Semana Santa y también el casi religioso que para algunos tienen otras fiestas nacionales nacidas puramente de lo popular. De lo contrario no sólo engañaremos a los que están a nuestro alrededor, sino que lo haremos también con nosotros mismos. Y quién sabe (quizá los más creyentes) si puede que también lo hagamos con el de más arriba.

domingo, 16 de marzo de 2008

Miradas inquietas.

¿Qué es eso de tener una mirada sobre lo que te rodea? Desde hace unos días me inquieta esta simple pregunta. Utilizaré pues la primera persona para intentar contestar a esta cuestión que el otro día alguien sin darle más importancia me formuló y que me parece de suma relevancia, al menos como ejercicio de reflexión sobre lo que significa realizar cine.

Para mí escribir supone un desahogo, una diversión, casi diría yo una manera de ser. Como hace poco le escuche decir a un guionista: escribir es quizá lo que me ahorra mucho dinero en psicólogos, a los cuales nunca acudí hasta el momento y de los que temporalmente rehuyo. Imagino que todas mis preocupaciones y todo lo que no me atrevo a decir en voz alta, todo lo que no me atrevo a expresar con palabras acaba impregnado en lo que escribo. De una manera más cobarde y quizá también más cómoda me escondo tras las teclas del ordenador y la cámara de cine. Estoy casi convencido que los que luchamos desde la trinchera del cortometraje intentando surcar un hueco que nos lleve al largometraje no siempre tenemos - obtenemos respuestas tras filmar algo. Al menos estoy seguro que hay algunos que todos los días se planten hacia qué dirección va su manera de ver el mundo, la misma que acabará salpicando sus películas.


Reconozco que realizando cortometrajes me siento cómodo y cruzo los dedos para poder seguir unos cuantos años más disfrutando de tan apasionante afición, ojalá que haciendo disfrutar también al espectador. Pero sigo soñando con poder realizar un largometraje que haya escrito previamente y con poder ganarme las lentejas algún día en esta profesión. Seguramente, porque sea propio soñar cuando se tiene mi edad. Sigo soñando con poder hablar tras una cámara. Con reducir la realidad que me rodea, en ocasiones apasionante, en ocasiones detestable, a un simple encuadre, del que después se hablará para bien o para mal, pero del que seguro se hablará. Decía algún filósofo callejero del cual no me acuerdo que no existes si no se habla de ti. Quizá realizar cine sea un acto de egocentrismo. No lo niego. Pero también es un acto de reflexión y dentro de su propia contradicción puede llegar a ser un acto de humildad. Algo en lo que me detendré después. Realizando cine te quitas tus inquietudes de encima, te despojas ante los atentos ojos del espectador para hablarles desde lo más profundo de tu raciocinio como persona, pero sabiendo siempre que normalmente lo que escribimos procede de nuestro corazón. Da igual que lo hagamos a través de una película de terror, ante un dramón, ante una comedia disparatada o en un western. Quizá como les digo, porque lo importante para mí es no dejar de preguntarme el cómo y sobre todo el porqué.

Les aburriría contándoles la larga lista de porqués a los que sigo sin encontrar respuestas. Imagino que es también parte del camino cinematográfico que hay que recorrer. Quizá de otros caminos mayores que nada tienen que ver con el cine. No encontrar respuestas, para acabar escribiendo sobre esa falta de respuestas. Las mismas, que hacen que uno se inquiete ante lo que le rodea. Por tanto, las películas también podrían ser un cúmulo de inquietudes no resueltas. Nos obsesionamos muchas veces con dar respuestas en nuestras películas. Con ofrecer una visión cerrada y totalmente hilvanada del mundo. Después el espectador te pregunta: ¿qué querías expresar? ¿estás a favor o en contra de tal tema? ¿es esto un alegato a X tema? ¿cree usted que mejorará la situación que retrata en su película? Y a veces simplemente, desearías contestarles que lo que has hecho no es más que seguir planteando porqués. Es por eso que hay que frenar esa imperante obsesión de intentar dar una única visión del mundo en las películas. Me parece más interesante (también mucho más difícil) intentar plantear preguntas. Es preferible que esa visión aparezca de manera permeable e inconsciente a través de la realización, de los diálogos, de los personajes sobre los que escribimos. Es preferible pensar hacia dentro, expulsar los demonios que nos atormentan en nuestros cortos, películas, videoclips, etc y dejar que el resto de la gente interprete un acto artístico que es tan egocéntrico como humilde y por supuesto, extremadamente subjetivo desde el punto de vista del espectador. Quizá la clave sea simplemente, saber reconocer en su justa medida, que en el fondo, todos los que soñamos con realizar nuestras propias películas es porque tenemos detrás cierta inquietud. Al menos, cierta pulsión por contar historias que no siempre tienen que tener una visión acertada sobre lo que tratamos, una mirada sobre lo que nos rodea, pero que siempre (ojalá) debieran abrir algún interrogante.


Es por eso, que pienso que el acto de realizar películas es un acto egocéntrico. Porque deseamos que el resto sepa nuestros porqués, deseamos que nos acompañen en nuestras inquietudes, deseamos que encuentren los interrogantes que hemos trazado en nuestras películas – cortometrajes. A veces también respuestas, que cegados por nuestra cerrada visión sobre lo que realizamos ni siquiera nosotros mismos alcanzamos a conocer. ¡Qué interesante y que mágico hecho se da cuando alguien encuentra algo en lo que has realizado (ya sea una analista, espectador, o tu vecina la del 5º) de lo que tú como realizador no eras consciente. También creo sin embargo que dedicarse a realizar películas (llámese cortometrajes si se prefiere este formato) es un acto de tremenda humildad. Porque nos ofrecemos serviles ante los demás. Depositamos nuestra cabeza en bandeja de plata sin saber muy bien si vamos a recibir caricias o guillotina. Nadie que haya realizado algo alguna vez y lo haya mostrado públicamente (aplíquese también a cualquier disciplina artística) está exento después de ese extraño estremecimiento de sentirse terriblemente vulnerable. Ofrecemos nuestras preguntas. Las ofrecemos sin condicionantes, sin tapujos y normalmente con la única censura que nosotros mismos (en un terrible error como guionistas y realizadores) nos ponemos al escribir. A veces, por suerte, ofrecemos alguna respuesta que hemos hallado en el camino. Por lo tanto... ¿Es un acto inquieto atravesar ese proceso? ¿Cómo debe enfrentarse uno a esa situación? ¿Por qué el cine implica inevitablemente mostrar una parte de ti a los demás? ¿Es posible hacer cine sin decir algo sobre ti mismo? De nuevo preguntas, que al principio de estas líneas eran lo que me inquietaban a escribir estos párrafos. Como es habitual preguntas que no siempre tienen una respuesta clara, o al menos que no tienen una sóla respuesta.