lunes, 12 de julio de 2010

El guión perfecto.


Ni Hitchcock, ni Tourner, ni Argento ni nada... Para realizar un buen análisis de lo que es el suspense sólo era necesario ver las caras de los que te rodeaban mientras veías "el partido de nuestras vidas". Se necesitó un 2º punto de giro clamoroso, y por supuesto un clímax más que dilatado, para que al fin todo el mundo gritara, llorara o saltara de felicidad. La selección española se convirtió ayer en el mejor maestro del suspense que conoceremos jamás. Los papeles estaban más que definidos. Todo el mundo sabía quién era el malo de la película, quiénes eran los perdedores de la batalla y también los llamados a ser héroes.

Hay guiones que hablan por sí solos. El de ayer por la noche está escrito con la varita de los genios del suspense, y está llamado a ser uno de esos guiones de los que nos acabamos aprendiendo sus diálogos de memoria. Dos horas de pura emoción con suficientes problemas y giros en su trama como para no olvidar ninguna de las emociones vividas en su visionado. Un primer acto al que le costó arrancar, un segundo acto lleno de problemas, y un tercer acto inesperado, agónico y con desenlace feliz.
No se conoce un guión tan bien escrito como el de ayer, ni del que se vaya a hablar tanto. Cada uno tendrá su motivo, pero todos sabemos por qué nos gustó tanto la película que anoche echaron en la tele.

3 comentarios:

GUIZMO dijo...

Con De Jong y Van Bommel bordando su papel de villanos..

Anónimo dijo...

Hay que ser muy muy pedante, chaval...

Freud-Seraphin Stanlake dijo...

Hasta con historia de amor incluida.