
miércoles, 21 de julio de 2010
Preproduciendo IV. La granja. Documentarse para moldear el personaje.

lunes, 19 de julio de 2010
Pre-produciendo III. La granja. Story-board.


sábado, 17 de julio de 2010
ENCRUCIJADAS EN LA FINANCIACIÓN DE CORTOMETRAJES EN ARAGÓN.
SUBVENCIONES II. Comisiones y criterios; desarrollo y consolidación.
Igual que cualquiera que quiera rodar un cortometraje sabe que depende en parte de la financiación que le otorguen en diferentes subvenciones, cualquiera que alguna vez haya integrado una comisión sabe que es uno de los trabajos más desagradecidos, exigentes y difíciles en el panorama audiovisual. Las comisiones, entiéndase también como jurados, invierten muchas horas de su tiempo para valorar proyectos, cortometrajes, guiones, etc. Es un trabajo desagradecido, porque cuando tu labor consiste en valorar proyectos de terceros, (siempre cargados de ilusiones y buenas intenciones), la valoración final rara vez deja contento al que promueve el proyecto. Es exigente porque para valorar, por mucha objetividad que se intente aplicar sobre lo que se valora, se necesitan unos criterios y unos baremos concretos y muy definidos sobre los que poder evaluar y con los que poder aplicar una apreciación fiable y certera. Y es difícil, porque por mucha preparación que se tenga, no siempre se puede disponer de las herramientas correctas para poder valorar. A veces ni siquiera se le puede dedicar el tiempo que sería adecuado a lo que se está valorando. En resumen, valorar un proyecto es una ardua tarea que requiere en definitiva responsabilidad por parte de quien valora, y eso conlleva hacer acto de conciencia de si uno realmente cree que ha sido lo más justo y objetivo posible con su valoración. Insisto que aún así, habrá siempre voces discordantes con la valoración determinada.
Pues bien, sabiendo la dificultad que reside en integrar una comisión de valoración, y lo complicado que resulta ser parte objetiva en una de ellas, lo primero que se debería facilitar a las comisiones que valoran la calidad, viabilidad y difusión de un proyecto de cortometraje en una subvención pública sería unas escalas determinadas de lo que deben valorar y de qué forma. La escala parte normalmente de los criterios que se solicitan al realizador en cuestión que debe presentar de forma obligatoria una serie de puntos concretos recogidos en un dossier en el que se debe explicar con todo detalle de qué trata el proyecto, cómo se va a llevar a cabo y qué se pretende con él. Acudiendo a los puntos concretos que se recogen en la publicación de las bases de la subvención de la DGA a la producción audiovisual, para que te concedan subvención se deben presentar los siguientes documentos (acompañados de la debida documentación legal) que expliquen el qué y el cómo:
- Sinopsis argumental
- Guión literario
- Desglose de producción por partidas
- Memoria Técnica, explicativa del proyecto, incluyendo colaboradores y relacionando el equipo de producción.
- Plan de difusión del audiovisual a subvencionar.
- Curriculum Vitae
- Plan de financiación
- Declaración de otras ayudas concedidas o solicitadas para el mismo proyecto, indicando, en su caso, la cuantía.
- Dossier de prensa y crítica de sus producciones, en caso de tenerlo.
Un verdadero recital de documentos que normalmente conlleva al realizador un buen número de días en su preparación.
En base a estos documentos, que a priori aproximan la calidad final y difusión de la producción audiovisual (sin olvidar que eso es en cierto modo algo imponderable hasta que no se termina una producción) la comisión realiza su valoración. Para la misma, los miembros de la comisión se rigen en torno a los siguientes criterios:
- La calidad, valor artístico y originalidad del proyecto
- El presupuesto y su adecuación al desglose de producción
- La aportación al Patrimonio Cultural audiovisual de Aragón
- El plan de explotación y su viabilidad
- La cualificación de los equipos técnicos, artísticos y de producción
- El curriculum profesional del realizador
- La contribución al fomento del empleo en el sector, valorándose positivamente que la producción se realice con profesionales o equipos técnicos y artísticos aragoneses.
- El Jefe de Servicio de Fomento de las Artes y la Cultura de la Dirección General de Cultura, que actuará como Presidente.
- Dos Técnicos especializados en el mundo audiovisual
- Un crítico del ámbito de la producción audiovisual
- Un representante del mundo de la exhibición audiovisual.
En principio todo parece bastante claro, pero tal y como se plantea al inicio de este texto, para facilitar el trabajo en la valoración de la comisión se debería especificar en las bases, la puntuación que se va a otorgar a cada uno de los puntos, y también la escala sobre la que se va a valorar. Algo que ayudaría a que hubiera mayor claridad, y también un rigor más certero sobre lo que se está valorando. Algo que hace años se aplica en otro tipo de subvenciones tanto autonómicas como estatales, y que resulta tan sencillo como marcar en una puntuación numérica el rango sobre el que se valora cada criterio para otorgar (o no) subvención.
Pongamos un ejemplo práctico: calidad, valor artístico y originalidad del proyecto. De 1 a 15 puntos. Otro: currículum profesional de realizador. De 1 a 10 puntos. Y así con cada uno de los puntos. Ayudaría también a que puntos como “La contribución al fomento del empleo en el sector (…)” fueran más específicos. De esta forma, si Pepito Pérez ha obtenido valorando cada uno de sus puntos por separado 65 puntos, y Manuelita Gómez sólo ha obtenido 34, la subvención se le otorgará a Pepito Pérez y no a Manuelita Gómez. Y cuando la resolución se haga pública, tanto Pepito como Manuelita conocerán la puntuación que han recibido sus proyectos y sabrán por qué se les ha otorgado o no subvención. En caso de creer que su proyecto merecía más la pena, siempre podrán solicitar un informe en el que se desglose la puntuación recogida por los miembros de la comisión. Esta puntuación reduciría los posibles momentos de subjetividad en los que (y sin pensar mal por favor) de forma inevitable se puede llegar a caer a veces en este tipo de valoraciones.
En segundo lugar, y en relación a los miembros de la comisión con los puntos a valorar es importante destacar que existen puntos que son verdaderamente complicados de valorar, incluso para las personas que se dedican profesionalmente a esto. Estos puntos son los que competen al ámbito de la producción: plan de explotación y viabilidad, y adecuación del presupuesto al plan de producción. Ambos puntos requieren predicciones y estudios pormenorizados de lo que cuesta cada partida presupuestaria, y aún así siempre está sujeto a imponderables que puedan surgir a lo largo de la producción. Ambos puntos requieren conocer desde lo que cuesta el alquiler de una cámara Red One o una cabeza caliente por poner un ejemplo, hasta las tarifas de lo que cobra un eléctrico medio, lo que cuesta al día alquilar una sala de mezclas de sonido o cuánto por minuto cuesta kiinescopar un cortometraje de más de diez minutos.
No obstante, sí se puede llegar a conocer con certeza cuál es la cantidad mínima con la que se puede rodar (o no) un proyecto, y de ahí también entra dentro de la responsabilidad del realizador solicitar una ayuda acorde al presupuesto general que tenga su producción audiovisual. Sin embargo, ¿entre los miembros de la comisión, que en ningún caso están integrados por ningún profesional de la producción audiovisual, quién conoce los precios actuales de mercado como para valorar con rigor estos dos puntos? ¿De qué forma saben si el presupuesto presentado por el realizador en cuestión está ajustado a los precios de mercado, o por el contrario supone una barbaridad o una ridiculez frente a esos precios? Por tanto, no estaría de más incluir dentro de esta comisión al menos a uno o dos miembros del entorno profesional, que para no levantar suspicacias de los más mal pensados, podrían ser externos a la Comunidad Autónoma en cuestión. En caso contrario bastaría con incluir a dos personas que se acrediten suficiente trayectoria en el mundo de la producción audiovisual como para poder valorar puntos tan complicados. Al menos resultaría más concreto que un “Técnico especializado en el mundo audiovisual” que resulta tan etéreo como estrambótico.
Otro tipo de puntos como currículum profesional nos llevarían a la pregunta de si habría que distinguir dentro de esta subvención entre personas que realizan su primer proyecto audiovisual o personas que ya tienen cierta trayectoria audiovisual. No olvidemos que estas subvenciones deben suponer siempre y en todo caso, una oportunidad para todo aquel que quiera emprender un primer proyecto audiovisual y no tenga cómo. Pero no se debería incluir en una misma partida económica al que realiza su primer proyecto audiovisual, y al que pretende profesionalizar su trayectoria audiovisual. Tan fácil como partir parte de la subvención y distribuirla de forma diferente. Dos partidas, una con cantidades menores para primeros proyectos audiovisuales (normalmente más baratos y asequibles), y una segunda con cantidades mayores (por lo que serían menos subvenciones) para proyectos más profesionales que requieren mayor inversión económica. Es decir, subvenciones acordes al proyecto que se presenta, y no en función de quién lo presenta. De forma que tanto nuevos realizadores como realizadores con una trayectoria más prolongada en el tiempo puedan desarrollar sus producciones audiovisuales en condiciones.
De nuevo encontramos encrucijadas donde mejorar un sistema que promueva el audiovisual en Aragón apoyando a sectores diferentes dentro del mismo panorama. Se entiende, que hay parte de todo esto que no depende exclusivamente de las comisiones, obligadas en muchos casos a otorgar subvenciones de forma eficiente y “contentando a todos”. Pero no olvidemos, que no debería ser éste el objetivo de unas subvenciones a la producción audiovisual, sino tal y como se indica en las bases al inicio del documento se considera necesaria esta subvención por la finalidad de impulsar el desarrollo y la consolidación de la producción audiovisual en todo el territorio de la Comunidad Autonómica de Aragón.
DESARROLLO y CONSOLIDACIÓN.
Ambos pilares son necesarios. Desarrollar y consolidar. Emprender y afianzar. Promover y apoyar a los nuevos realizadores, y fortalecer las carreras profesionales de los que ya dedican a este medio en sus diferentes vertientes. Y eso, conlleva también cierta distinción a la hora de otorgar subvenciones, porque los objetivos estos dos pilares siempre serán diferentes y contradictorios, y frente a unas bases poco específicas, o demasiado generales para objetivos tan diferentes, y frente a unas comisiones sin apenas baremos a los que acogerse, es complicado que mejores la situación del audiovisual en Aragón.
Y conste, por si no quedó claro en la anterior entrada, que este año he tenido la suerte de recibir subvención de la DGA, y voy a tener la suerte de poder aprovecharla para llevar a cabo un proyecto y cubrir una parte de la partida presupuestaria del mismo. Pero eso no significa que considere que la situación es la idónea. Como siempre, todo es mejorable. Aquí quedan recogidas algunas posibles soluciones que quizá no contenten a todos, pero que creo que otorgarían mayor claridad y también mayor eficacia dentro del fomento que desde el Gobierno de Aragón se realiza desde hace años en el panorama audiovisual aragonés.
Nota: Disculpen el fragmento en negrita, salta de manera automática así.
miércoles, 14 de julio de 2010
ENCRUCIJADAS EN LA FINANCIACIÓN DE CORTOMETRAJES EN ARAGÓN.
Observemos los datos de la siguiente resolución, y extraigamos a partir de los mismos algunas conclusiones en cuanto al reparto se refiere. Estos datos pertenecen a la primera fase de la subvención, que tiene una segunda fase que se resuelve en el próximo mes de septiembre.
En primer lugar, veamos la partida presupuestaria que dedica el Ministerio de Cultura en esta primera fase: 374.717 €.
En segundo lugar, veamos los presupuestos de los cortometrajes que reciben ayuda (ya que se hacen públicos en caso de que te concedan la ayuda), tomando como muestra representativa el presupuesto más pequeño y más grande de los cortometrajes con ayuda: el más pequeño parte de un presupuesto de 31.661 €, y el mayor de 95.290 €. Esto significa que como muestra representativa del año 2010, un cortometraje profesional oscila en presupuestos de entre 32000 € y 96000 €, dependiendo del tipo de cortometraje y de la producción del mismo. Vaya por adelantado que por supuesto se puede realizar un cortometraje con 10.000 €, con 4000 €, o con 300 €, pero que aquí estamos hablando de un cortometraje profesional.
Observemos también el número de cortometrajes que han recibido ayuda: 19. Veamos también el total de cortometrajes (no excluidos por incumplir las bases) que se han presentado a esta subvención: 197. De estos 197, se concede ayuda a un total de 19, lo que significa que se ayuda a un 9,64 % de los cortometrajes presentados. Es decir, se concede ayuda a uno de cada diez cortometrajes presentados.
Observemos ahora cómo se ha realizado el reparto de los 374.717 € destinados a esta ayuda. Las ayudas oscilan entre los 8.000 € la mínima, para el presupuesto más pequeño de 31.661 €, y los 30.500 € de máxima concedidos al presupuesto mayor de 95.290 €. En cualquier caso, las ayudas concedidas nunca pueden superar el 50% del presupuesto total (lo que obliga a la productora a financiar el restante 50%). Pero resulta representativo que dentro de este reparto, se financia con esta ayuda una media del 30% total del presupuesto global del cortometraje presentado.
Con la claridad que siempre representan las cifras que obligatoriamente deberían aparecer en una convocatoria oficial, echemos un vistazo ahora a cómo se resuelven las ayudas a la producción audiovisual en Aragón que subvenciona el Departamento de Educación, Cultura y Deporte de la DGA y que concede a personas físicas, más conocidas como las subvenciones de la DGA. Pueden consultar la resolución del año 2010 aquí.
Veamos, tal y como hicimos con el Ministerio de Cultura, la partida presupuestaria que se destina en Aragón: 100.000 €. Pese al (lógico) recorte presupuestario de 21.000 € frente al año 2009, podemos extraer la conclusión de que la cantidad no está mal. Tres veces menos que lo que se destina en unas ayudas convocadas para toda España. Es decir, si encontramos problemas en la financiació de cortometrajes en Aragón sería muy simplista y poco riguroso achacarlo directamente a la falta de presupuesto. Siempre podría ser más, pero este es con el que contamos. Veamos como se reparte:
Observemos, tal y como hemos hecho con las ayudas del Ministerio, los presupuestos de los cortometrajes a los que se han concedido ayuda. Vaya…ustedes también se habrán dado cuenta: ¡no aparecen! Es decir, no se hacen públicos, y por lo tanto, no podemos conocer qué porcentaje representa la ayuda concedida a la persona física que la solicita, en relación a su presupuesto general de cortometraje. No se preocupen, extraoficialmente y sin dar nombres yo se lo cuento: en algunos casos esa ayuda representa el 70% del presupuesto general, en otros no llega al 10%. En las ayudas del Ministerio observábamos que daba igual el presupuesto general del cortometraje, se mantenía cierta coherencia en el reparto que oscilaba en torno al 30% del presupuesto general, sin entrar a valorar si el presupuesto era de casi 100.000 € o de 30.000 €. Sobra comentar que el presupuesto general para realizar un cortometraje profesional en Aragón es exactamente igual que en cualquier parte de España. Recuerden... entre 30.000 € y 100.000 €.
En segundo lugar, observemos el número de cortometrajes a los que se han concedido ayuda en Aragón. Asciende a 24. Veamos también el total de cortometrajes (no excluidos por incumplir las bases) que se han presentado a esta subvención: 69. Por tanto, de 69 cortometrajes presentados se ha concedido ayuda a un total de 24, lo que significa que se ayuda a un 35% de los cortometrajistas presentados. Es decir, a casi cuatro cortometrajistas de cada 10. Algunos pensarán que somos más generosos porque ayudamos a muchos más cortometrajistas que el Ministerio de Cultura. Erróneo. Fomentamos la falta de profesionalidad en el formato cortometraje y le quitamos la posibilidad a cualquier realizador que desee prosperar en este medio de realizar un cortometarje con un mínimo de calidad como para no avergonzarse cuando se vea públicamente.
Les acerco otra realidad diferente. Las subvenciones quedan repartidas entre cortometrajes con presupuestos generales que oscilan entre los 5000 € y los 50.000 €, lo que conlleva una gran descompensación. ¿Recuerdan cuánto costaba rodar un cortometraje profesional? Sí, entre 31.000 € y 95000 €. Es decir, se financian tanto cortometrajes profesionales, como cortometrajes amateur dentro de las mismas ayudas. Primera gran encrucijada.
Observemos ahora cómo se ha realizado el reparto de los 100.000 € destinados al audiovisual en Aragón. Las ayudas oscilan entre 9.000 € de ayuda máxima concedida, y los 3.000 € de la ayuda mínima. No sabemos qué porcentaje representan, porque ya ha quedado claro que no hay transparencia de cara a los realizadores en los presupuestos generales de lo que cuesta cada cortometraje. Pero sí podemos observar que en este reparto se han concedido 15 ayudas que no superan los 4.000 euros, y que con un presupuesto medio de un cortometraje profesional en el año 2010 no representarían ni el 10% de su presupuesto final. Es decir, uno de cada 10 euros a conseguir por el realizador. O lo que es lo mismo, si esos 15 cortometrajes financiados se han planteado como producciones serias que paguen los correspondientes seguros, que den de alta a sus equipos en la seguridad social, y que rueden con un mínimo de calidad técnica y artística, estamos hablando que hay 15 cortometrajistas a los que de poco o nada les serviría esa subvención. Y alguno de ellos es probable que se vea incluso obligado a rechazar la subvención consceiente de que no conseguirá un presupuesto viable con el que rodar el cortometarje. Por tanto no pensemos que le hemos hecho un favor a un buen puñado de realizadores, sino que por la falta de profesionalidad en la concesión de las ayudas obligamos a que muchos abandonen proyectos más que interesantes.
Después de este breve análisis deberíamos hacernos algunas preguntas sobre qué se pretende financiar en Aragón, y de qué manera. Y deberíamos pensar que tenemos motivos más que suficientes como para sonrojarnos sobre cómo se reparten las ayudas al audiovisual en Aragón.
¿Queremos en Aragón un gran número de cortometrajes o un número de cortometrajes con un mínimo de calidad como para que sean representativos de lo que supone el cine aragonés actual?
¿Por qué no hay transparencia en qué representa para cada cortometrajista la cantidad que se le ha otorgado? Quizá porque resultaría ridículo ver cómo se le otorgan mismas cantidades de subvención a cortometrajes que cuestan menos de 10.000 € y a cortometrajes que superan los 50.000 € de presupuesto general. Lo cual indica una falta de coherencia y criterio respecto a los proyectos que se presetan a las ayudas.
¿Por qué algunos se siguen empeñando (y engañando) en que se puede rodar un cortometraje profesional con menos de 10.000 €, cuando realmente resulta imposible (salvo excepciones muy contadas)? ¿Por qué creen que de los 19 cortometrajes que han recibido ayuda del Ministerio, probablemente la gran mayoría se vean en los más de 300 festivales de cortometrajes que existen en España y un buen número reciba numerosos premios que avalen la calidad del produto final? ¿Por sus grandes historias? No. O no sólo por eso. También porque se ruedan con presupuestos reales, que permiten kinescopar el resultado final a una copia de 35 mm, y por tanto exhibir el cortometraje en circuitos más amplios que si se distribuye en video. También porquey porque las ayudas que reciben AYUDAN realmente a levantar el proyecto, y no se quedan en un dinero simbólico que apenas paga el alquiler de una cámara en condiciones para rodar.
¿Cuántos de los cortometrajes que se subvencionan al año en Aragón se finalizan? ¿Cuántos se llegan a rodar realmente? Y lo más intrigante…¿cuántos terminan en copia de 35 mm? ¿Cuántos tienen proyección más allá del (bien cuidado y prolífico) círculo de Festivales de Cine que se extiende por Aragón?
¿Buscamos cine de calidad, o cine en cantidad? Esa sería la gran pregunta de fondo. El gran problema al que nos enfrentamos muchos de los realizadores aragoneses. Fomentemos pues el cine en cantidad, y la baja calidad de éste. Pero luego no le pidamos peras al olmo. No costaría tanto ser un poco más serios, más resoponsables y también más observadores, para ver que hay algo en la financiación del audiovisual en Aragón que va a la contra de cómo se hace en el resto de España. Y eso a la larga, termina perjudicando al supuesto "cine aragonés".
lunes, 12 de julio de 2010
El guión perfecto.

sábado, 10 de julio de 2010
Un subgénero en clara decadencia.

viernes, 9 de julio de 2010
Por delante del futuro.
jueves, 8 de julio de 2010
miércoles, 7 de julio de 2010
sábado, 3 de julio de 2010
Turkish moments III. Andando por Estambul te llama la atención...
Calzoncillos y bragas de la marca Björn Borg. Y Nadal anunciando coches...
Un lugar en el que echar una siesta...
Ver a Mario Benedetti pescando en el Bósforo cuando pensabas que estaba en otro lugar mucho más lejano...
Pero lo que más te sorprende es encontrar el avatar de Rosana a punto de dar un concierto. ¿Cómo se dirá el "talismán de tu piel" en turco?