La primera vez que ví a Txema me quedé impresionado por su altura. Como buen vitoriano, Txema ha crecido hacia arriba. Hacia el único sitio donde se debe crecer. Apareció por la puerta de atrás de mi casa, como el que no quiere molestar. Fumando un cigarro rubio, y algo cansado tras el viaje. Tuvo el detalle, - y yo el lujo de disfrutarlo -de pasarse unos días antes del rodaje, para preparar bien el personaje, para charlar sobre la vida de Eusebio, el personaje que interpretaba en Salomón. Hablamos sobre sus manías, sobre su comportamiento, sobre los golpes que el personaje había recibido a lo largo de su vida, sobre su situación actual... Reconozco que las horas que pasé hablando con Txema perfilando a Eusebio, fueron algunas de las más agradables en el arduo proceso de creación del personaje.
Después Txema paseó por las calles del pueblo. Se empapó de todo lo que rodeaba. Se mezcló con los lugareños para robarles su acento. Habló con los vecinos de Candasnos, y aprendió a jugar a la petanca, siguiendo las enseñanzas de los veteranos del lugar. Todo para remar a favor del personaje. Para que Eusebio se moviera, hablara y se comportara como lo hacen los ancianos de la zona. Txema es meticuloso en el rodaje y generoso en su trabajo como actor.
Conforme he ido conociendo a Txema reconozco que me ha impresionado mucho más su otra “altura”. Esa que se consigue como actor de oficio, trabajo a trabajo, hasta convertirse en lo que algunos llaman un actor de altura. Tal y como entró en mi casa, el día que nos conocimos, Txema, a pesar de ser todo un maestro de la interpretación, es de esos actores - los menos - que prefieren entrar por la puerta de atrás. De los que trabajan sin hacer ruido. De los que evitan ser el centro de atención. De los que no avasallan a preguntas, y de los que se empapan de todo les rodea para lograr la mejor interpretación posible. Y eso, para los que trabajan con él, es además de una suerte, una excelente escuela de aprendizaje.
Esta tarde el Festival de Cine de Zaragoza le premia en reconocimiento a la labor que Txema ha realizado en el cortometraje. Una labor, implicada con tantos y tantos realizadores de cortos, que ya le consagra como el actor español con más cortometrajes rodados. Una cifra, que lejos de los datos que muestra la base de datos imdb, supera ya los 120 trabajos desde la década de los ochenta. Como ya se ha dicho en todos los medios de comunicación, es el actor con más cortometrajes rodados. La actriz que más cortos ha rodado es otra buena amiga suya, Mariví Bilbao. La cual también merecería también un reconocimiento similar.
Conforme he ido conociendo a Txema reconozco que me ha impresionado mucho más su otra “altura”. Esa que se consigue como actor de oficio, trabajo a trabajo, hasta convertirse en lo que algunos llaman un actor de altura. Tal y como entró en mi casa, el día que nos conocimos, Txema, a pesar de ser todo un maestro de la interpretación, es de esos actores - los menos - que prefieren entrar por la puerta de atrás. De los que trabajan sin hacer ruido. De los que evitan ser el centro de atención. De los que no avasallan a preguntas, y de los que se empapan de todo les rodea para lograr la mejor interpretación posible. Y eso, para los que trabajan con él, es además de una suerte, una excelente escuela de aprendizaje.
Esta tarde el Festival de Cine de Zaragoza le premia en reconocimiento a la labor que Txema ha realizado en el cortometraje. Una labor, implicada con tantos y tantos realizadores de cortos, que ya le consagra como el actor español con más cortometrajes rodados. Una cifra, que lejos de los datos que muestra la base de datos imdb, supera ya los 120 trabajos desde la década de los ochenta. Como ya se ha dicho en todos los medios de comunicación, es el actor con más cortometrajes rodados. La actriz que más cortos ha rodado es otra buena amiga suya, Mariví Bilbao. La cual también merecería también un reconocimiento similar.
Txema es de lo que se implican. Dentro y fuera de la pantalla. Y de los que apuestan por los que empiezan en este oficio. Y eso, más allá de las cifras, es motivo más que suficiente para que recoja este premio tan merecido. Los que me conocen están cansados de escuchar que Txema merecía un reconocimiento por su gran implicación con el cortometraje. Me alegra saber que no soy el único que lo piensa. Un aplauso para el Festival de Cine de Zaragoza por seguir apoyando al cortometraje desde todos sus ámbitos. Otro para Txema. Aunque éste último, mejor se lo damos esta tarde cuando recoja el premio. Será en la sala Luis Galve del audiotorio a las 20.00.
Toda la programación del XIV Festival de Cine de Zaragoza que arranca esta tarde, aquí.
1 comentario:
Enhorabuena Nacho!!! me alegro un montón por tu premio
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